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El Reportaje Seriado

 

Introducción al reportaje

Es un género más de la Fotografía. Probablemente sea una de las disciplinas más purista dentro de ella. Un reportero o fotoperiodista NO INTERVIENE en la escena, existe mucha controversia con este punto (escenificación). Si estas documentando estás contando lo que ocurre, es imposible no hacerlo a tu manera, pero has de hacerlo de manera fiel, rigurosa y con una no negociable ética profesional. No posicionarse.

A groso modo diríamos que trata de:

Documentar un evento, suceso o situación de manera gráfica y darle forma a la historia, respondiendo a las preguntas que puedan surgir.

Los hay de muchos tipos: social, de viajes, de conciertos, deportivo etc.

 

Antes de empezar el reportaje tenemos que tener claras algunas cuestiones. LA PREPARACIÓN.

ELEGIR EL TEMA.

Es muy importante elegir el tema sobre el que queremos trabajar, a priori puede parecer fácil, pero no lo es. A menudo creemos haber encontrado un tema sobre el que trabajar pero luego nos damos cuenta que este ha sido ya abordado muchas veces, quizá sea lo más difícil, la elección. Sucede también que a menudo es el tema quien nos elige a nosotros. A veces estamos dentro de él sin darnos cuenta, eso es un factor muy interesante que debemos usar a nuestro favor, la posibilidad de abrir puertas por el hecho de estar dentro de la historia.

DOCUMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN.

Una vez claro el punto anterior, y antes de sacar nuestra cámara, debemos realizar una tarea de documentación e investigación.

Esto suele llevar más tiempo del que desearíamos, pero creedme si os digo que es muy válido y nos facilitará mucho en lo posterior.

Controlar la información, saber qué y para qué o quién queremos fotografiar, cuáles son las principales preguntas y cómo obtener las respuestas a través de imágenes, a donde dirigirnos.

También es importante estudiar la viabilidad, tanto en materia económica como a nivel de herramientas, cuáles son nuestras posibilidades reales, todo esto y un largo etc. nos guiarán a la hora de salir a reportar.

PERMISOS.

Estos dos pasos previos a la acción de fotografiar suelen ser poco o nada atractivos, pero menos aún es el siguiente paso, permisos.

Dependiendo del tema que elijamos deberemos solicitar unos permisos u otros, es posible que incluso no tengamos a donde dirigirnos, en ese caso podemos pedir autorizaciones firmadas a aquellos sujetos que vayan a aparecer en nuestras imágenes, es importante hacerlo, pues si después queremos publicar nadie lo hará sin la documentación necesaria.

Sí, es cierto, yo suelo abordar los temas sin permisos, incluso saltándome la legalidad, es por eso que os recalco la necesidad de hacerlo, por experiencia propia.

SIGUIENTE PASO: LA ACCIÓN /COLECCIÓN

Bien, una vez conseguido todo esto, ahora si podemos empezar aquello que de verdad nos gusta: fotografiar,  recopilar un buen número de imágenes.

 

Hay que tener claro una serie de preguntas, las archiconocidas 5w.

Son una serie de preguntas que debemos responder. Siempre pensando en reportajes con un marcado corte periodístico (no en el cumpleaños de tu sobrino, o en la fiesta de fin del verano de la urbanización…)

QUÉ

QUIÉN

DÓNDE

CUANDO

PORQUÉ

Está serie de preguntas nos ayudarán a elegir bien, por ejemplo, el donde, nos sugiere un plano abierto, general, que nos sitúe en contexto y que perfectamente nos puede servir para abrir el reportaje, el quien, lo podemos responder con un buen retrato, ya sea individual o grupal

 

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aquí se podría hablar de la conveniencia de cuando usar una toma vertical. Es habitual disparar en horizontal, pero hay ocasiones perfectas para hacer lo contrario. Para iniciar un reportaje. Abrir con una fotografía vertical es algo idóneo, sobre todo si tu intención es publicar, o ser portada de un medio, pues todos sabemos que ese es el formato por excelencia en papel.

De todos modos, no hay ninguna ley escrita que así lo diga, pero si es una factor a tener muy en cuenta.

Otro punto importante es la variedad de planos, alternando generales, medios, cortos, detalles. Es una buena forma de crear ritmo y no caer en algo monótono. Otra cosa es que nuestro reportaje sea todo de retratos, por ejemplo una tribu, suele ser repetitivo, pero es porque está ideado así. Descontextualizas todo, posicionando a los sujetos delante de un fondo común, ahí sí que conviene seguir una pauta. O lo contrario, un fondo común que de contexto.

 

     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TERCER PASO, LA CONSTRUCCIÓN.

NARRATIVA.

Conferir a nuestra serie una narrativa puede resultar bastante difícil.

Contar una historia coherente, sin palabras, apoyándote sólo en imágenes, es una tarea ardua.

Esto es algo que se va asimilando a través del tiempo y la experiencia. Existen formas que ayuden a conseguirlo. Todos hemos visto en películas al típico editor en la redacción de un periódico con las fotografías sobre la mesa de trabajo, o la pared, quitando y poniendo, estudiando las diferentes  variables, hasta dar con la mejor combinación. Esto ayuda muchísimo, a día de hoy, con la fotografía digital es algo que se está perdiendo. Ver los archivos uno a uno en pantalla no nos permite tener una perspectiva global del reportaje.

 

 

La narrativa en una serie no tiene una forma, puede presentarse de muchas y diferentes maneras, según queramos nosotros. Lineal, circular, temporal, color

Ocurre que en ocasiones debemos descartar imágenes que nos parecen potentes pero no encajan en la serie, ya sea por repetición u otros motivos. Es habitual crear una especie de juego con el espectador, intercalando imágenes «top» con imágenes más «normales», de este modo les subimos y les dejamos caer para de nuevo poder lanzarlos arriba, sería algo parecido a una secuencia de olas, para entendernos. Esto también crea un ritmo en sus emociones.

 

                                            

 

Lo que sí está claro es que, sea vertical o no, debemos empezar con una imagen “wow” y también acabarlo con una imagen, a ser posible, “super wow”. El motivo es claro. Empezamos con algo atractivo, impactante, que capte toda la atención, de modo que el espectador siga queriendo ver más.

La última imagen es muy importante también, quizás no es la que más se va a recordar, pero sí es una manera de dejar un buen sabor de boca. Puede ser el colofón final, o en su defecto, que pueda dar una conclusión o que zanje un tema. Pueden usarse recursos metafóricos, símiles.

 

OTRAS PAUTAS.

Existen otras leyes  no escritas dentro del reportaje sobre las que apoyarnos para darle coherencia, sentido, uniformidad a nuestras series.

Hablamos de las herramientas o el procesado.

Objetivo/equipo.

Es algo común cambiar nuestros objetivos según nos interese, teniendo en cuenta las condiciones, la situación, o cualquier otro parámetro. Si bien no es obligatorio hacerlo, si es muy conveniente usar el mismo equipo para realizar la serie, ya que nos aporta esa coherencia final que se busca, por ejemplo en términos de formato o luminosidad entre otros.

De ahí la necesidad de pararnos a pensar y elegir bien aquella herramienta que más nos convenga y aporte en una situación concreta, y por supuesto de conocer el material que usamos y sus posibilidades.

Esta es una opinión muy personal  no rígida, pues yo mismo he hecho lo contrario en ocasiones, pero no por ello debemos descartarla.

 

Procesado.

Lo mismo ocurre con el procesado, mantener  unos parámetros similares en busca de la uniformidad final de la serie. Debemos verla como un bloque. Todas las imágenes están conectadas entre sí, por ello debemos usar unos ajustes que sirvan para todo el conjunto de imágenes que la forman.

Tener en cuenta que no hablamos de fotografía artística. Podemos usar unos ajustes muy básicos, pero recordar que aquí NO TODO VALE.

Un parámetro que yo siempre mantengo es el contraste. Dentro de una misma serie no funcionan imágenes con diferentes contrastes.

Si estás usando unos contrastes duros, marcados para conferirle a la serie algo más de dramatismo, no tiene sentido incluir otra fotografía con los grises suaves o que parezca desaturada. Esto es sentido común.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Después, es evidente que cada uno tiene sus prioridades y edita a su gusto. Pero es importante no olvidar que hablamos de un “bloque”.

 

 Color o Blanco y negro.

El procesado a color  es un recurso más que debemos aprender  a usar  a nuestro favor. Ha de cumplir su función, que es enriquecer la imagen, de no ser así yo apuesto siempre por el byn. Se puede decir lo mismo a la inversa, si el byn no funciona no debemos empeñarnos en usarlo, ha de aportar lo suyo.

Entonces concluimos que: No vale siempre el mismo procesado para todas las imágenes, hay que adaptarse y usarlo como recurso, algo que sume. Todo tiene un porqué y esto no lo es menos.

 

 

 

ACCESIBILIDAD, COMPORTAMIENTO. LOS DETALLES.

MODUS OPERANDI O LOS ERRORES COMUNES.

A menudo, caemos en diferentes errores a la hora de afrontar nuestro reportaje, estos suelen ser los más comunes.

Agresividad, violencia, descaro

Es muy importante mostrar una actitud respetuosa. Es  difícil  conseguir  acceso a determinados lugares y personas, colectivos o comunidades si no lo hacemos adecuadamente.

Moverse lento, buscar aprobación en las miradas, ser cercano, tomarnos nuestro tiempo para disparar, una charla previa, presentarse, empatizar.

El lenguaje corporal es universal, esto junto a la empatía, son mis dos pilares a la hora de conseguir acceso.

 

 

Después está claro que existen condiciones innatas y necesarias para según qué lugares o gentes queramos fotografiar. Hablo de esas dosis de humor, picaresca, “estomago”, valentía y determinación entre muchas otras y que nos servirán no solo para acceder, sino para algo tan importante como es saber salir de según qué situaciones.

Hay momentos en los que dar un paso al lado o atrás es en realidad darlo hacia adelante.

Esto también es sentido común, no te metas en un lugar del que no vas a saber o poder salir.

Esto es extensible a cualquier situación de riesgo, no solo conflictiva, por ejemplo acantilados o trenes.

Ninguna imagen merece la pena poner en claro riesgo nuestra integridad física si creemos que no sabremos salir de ese riesgo.

 

 

La rapidez y la calma del cazador

Otro error frecuente con el que me suelo encontrar es la “metralleta”.

Salimos y disparamos a todo lo que vemos o nos parece interesante, y ocurre exactamente eso. Nos parece interesante  a nosotros pero para el resto no lo es. (Enamorarse es malo).

A menudo perdemos tomas buenas por no esperar el momento adecuado, un segundo en fotografía es un mundo. Por esto lo comparo con un cazador.

Hay que pararse a observar, elegir, calcular y decidir.

Observas la situación, eliges tu posición, calculas los parámetros y decides cuando disparar, esperas a que algo suceda en la escena.

Del mismo modo que un cazador no aprieta el gatillo desde su posta si no pasa su presa por delante  de su “encuadre”, nosotros  no deberíamos apretarlo sin ese motivo.

Evidentemente hay situaciones en las que la rapidez es fundamental, pero eso no significa disparar ráfagas o rápido a todo. Es estar preparado y si, en una fracción de segundo has de consumar, por eso mismo, la necesidad de la preparación previa y la calma.

 

 

¿Qué o donde lo vamos a exhibir? Revista, pared, redes…

Mostrar el trabajo final es un objetivo común. Por lo  tanto debemos seleccionarlo en función de las diferentes posibilidades que existen.

Una serie puede tener diferentes formas.

Si se va a compartir por redes no es la misma que si se va a colgar en una pared, dependiendo de la sala podremos añadir o restar algunas.

Si va en una revista dominical o magazine probablemente se quede más corta.

Debemos manejar varias opciones de una misma serie, si existe una buena columna vertebral, podremos añadir o restar imágenes con más facilidad.

Elegir fotos vertebradoras sobre las que desarrollar vuestra serie. Evidentemente, esto se hace al final, después de la colección de imágenes.

 

 

 

Chez Valencia. Noviembre 2018

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