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DONACIÓN Y TRASPLANTES DE ÓRGANOS. Algo tan importante como Vida o Muerte.

Donación y trasplantes. Vida o muerte

 

Fran Fernández es un enfermero de oficio, pero fotógrafo de vocación.

Ha sido capaz de unir sus dos motivaciones para dar forma a un proyecto de una calidad humana indiscutible.

Ya lo había logrado antes, con una magnifica serie fotográfica sobre el área de cuidados intensivos en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, al que pertenece desde hace casi una década. «El personal sanitario de la UCI», fue un trabajo reconocido y premiado internacionalmente, lo que le permitió conocer y disfrutar de algunos de los mayores exponentes de la fotografía de este país, y por supuesto, continuar por esa senda tan interesante y poco explorada que supo hallar, la temática sanitaria.

 

 

Como muchas veces he hablado con él, estar dentro del tema es un privilegio que muchos profesionales no saben ver, en su caso, el acceso a determinadas áreas y situaciones que se viven dentro de un hospital, sumados a su experiencia en el sector, le han brindado la confianza de los responsables y compañeros, así como la de los propios afectados.

Su buen hacer, la comunicación y un trato adecuado, el tacto que le otorga una experiencia dilatada, entre muchas otras actitudes le hacen ser la persona idónea para este ejercicio tan bien hilado, que muestra todo el proceso derivado de la donación y trasplante de órganos.

 

 

Hablamos de una serie formada por 42 fotografías en blanco y negro, que nos acercan a una distancia corta de lo que verdaderamente se cuece en esas salas y quirófanos, pero también fuera de ellas.

Un año de trabajo paralelo, compaginando su labor sanitaria y su vocación fotográfica dentro del mismo perímetro, rodeado por las mismas personas, y por qué no decirlo, con un mismo objetivo, el de conseguir que un proceso largo y difícil vea luz al final del mismo. Mostrándonos desde todos los ángulos y puntos de vista posibles, las diferentes situaciones que se van dando, poniendo atención en los detalles, en los momentos importantes, en las pequeñas obras y gestos, como buen conocedor del tema, sabiendo elegir aquello que mejor funcione o más aporte a cada momento determinado.

 

 

Esta serie nos va llevando de la mano, ordenadamente, por cada uno de los pasos que conforman todo el proceso de donación y trasplante.

Comienza por la siempre dura despedida de un ser querido, para después pasar al dialogo. Saber y conocer la predisposición, no solo de los familiares, sino del propio difunto para donar sus órganos. Las analíticas suelen ser algo que se realiza en las horas posteriores al fallecimiento, pues se ha de actuar rápidamente sobre los mismos. Estos análisis junto a otras pruebas se transportan a la Organización Nacional de Trasplantes, donde se evalúa su validez, lo saludables que esos órganos son e incluso se coteja con las listas de espera y se les adjudica un paciente. Aunque, en última instancia son los propios cirujanos quienes deciden, al extraer el órgano tienen la potestad de evaluarlo, pues a veces pueden aparecer anomalías que no se aparecen en las analíticas.

Se usa hielo esterilizado, para el transporte, y se prepara todo para que llegue al receptor lo antes posible.

 

 

Todo este proceso requiere de una coordinación extraordinaria. Los equipos que intervendrán en el trasplante, formados por parejas, se desplazan desde diversos puntos de la geografía española, en ocasiones a velocidades que les suponen algunas causas administrativas, pero todo eso queda en segundo plano cuando hablamos de la vida o la muerte.

Se les recibe, en la mayoría de los casos, con todo predispuesto para entrar directamente a quirófano y operar. Hablamos de viajar durante horas, y más en el caso de una ciudad como Huelva, sin aeropuerto ni conexiones de primera, donde a menudo han de llegar por autovía desde Sevilla. Si a eso sumamos las horas de operación y la vuelta, estamos asistiendo a una especie de “superhéroes” que se desplazan a altas velocidades, atravesando cientos de kilómetros para salvar vidas.

 

 

“Con este proyecto procuro acercar a la ciudadanía cada una de las fases que conforman todo el proceso de donación de órganos. Desde el íntimo momento de la despedida del ser querido, hasta la consecución del comienzo de una nueva vida, gracias a la inmensa solidaridad de las familias y los donantes”

 

 

La combinación de sus jornadas habituales de trabajo como sanitario y las, no menos cortas, jornadas de trabajo fotográfico, para las que ha estado disponible 24 horas al día desde hace un año, han acabado de la mejor manera posible. La consecución de esta maravillosa obra informativa, que ya se puede disfrutar en las paredes del propio centro hospitalario donde ha sido creada, y que sin duda alguna, me aventuro a predecir, le supondrá muchos reconocimientos en el futuro.

Un trabajo lento, sensible, bien planteado en la búsqueda de imágenes elocuentes y que nos permitieran acceder a cada paso del proceso, hasta hacernos sentir dentro del mismo. Mención especial para el tratamiento y revelado, que son de una exquisitez máxima, cuidando con mimo cada imagen como se merece, aprovechando las fuentes de luz  de manera magistral, sobre todo esas cenitales de los quirófanos, dándonos unas escenas estéticamente abrumadoras, ofreciendo detalles sobresalientes, claroscuros dramáticos, en definitiva un trabajo de altura digno de ser destacado.

 

 

“Pretendo, con este acercamiento al proceso de donación, sensibilizar a la sociedad sobre todo lo bueno y grande que cada uno de nosotros puede hacer por ella, más allá de la inevitable experiencia de la muerte, convirtiéndola en una valiosa fuente de luz, de vida y esperanza”

 

 

Termino con una imagen metafórica, es una escena que resume ambas situaciones, la que describe estéticamente, con el final de un trabajo y los preparativos de la sala para el siguiente trasplante y que a su vez sirve para cerrar también este proyecto y dejar lugar al próximo trabajo con el que seguramente Fran nos deleitará y nos acercará a un nuevo área de la sanidad, invisible para los ciudadanos de a pie deseosos de conocer y descubrir esos micromundos e historias que los reporteros de todo el mundo nos acercan cada día hasta nuestros pc’s, tabletas y smartphones.

 

 

Fotografías: Fran Fernández
Textos: Chez Valencia

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